Su brillante etiqueta amarilla refleja la chispeante personalidad del champán y las impecables credenciales de vinificación que lo conforman.

El ensamblaje del Yellow Label está compuesto por uvas de entre 50 y 60 añadas diferentes.
Mezcla un 30-45 % de vinos de reserva con uvas de hasta 50 a 60 crus diferentes. Predomina el Pinot Noir, que proporciona esa estructura tan típica de Veuve Clicquot, mientras que su Chardonnay aporta la elegancia y la delicadeza esenciales en un vino perfectamente equilibrado y, finalmente, un toque de Meunier, que sirve para redondear la mezcla.
El largo envejecimiento confiere al champán su sedosidad.